Para las ilustraciones soy bastante rápida, porque se me ocurre rápido qué dibujar y en un par de bocetos ya lo tengo claro. Para estas cosas trabajo siempre de igual forma: dibujo a lápiz, repaso con rotulador punta fina, escaneo y finalmente coloreo con la tableta gráfica. Dibujar con la tableta gráfica es cómodo, pero sigo siendo mucho más rápida y efectiva con el modo analógico. Colorear es otro cantar, y aunque si me meto en un coloreado más realista sigo optando por acrílicos y pincel, para dibujos sencillos busco un color muy simple y plano. La tableta es perfecta para eso: me ahorra el engorro de las pinturas y me da mucha facilidad para rectificar. Basta con poner la capa de tinta en modo Multiplicar y usar algunos de los pinceles que trae Photoshop y que permiten dar un aspecto de acuarela o rotulador.
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